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Los alimentos que comemos pueden interferir con los medicamentos que tomamos.

Estas son algunas de las combinaciones más peligrosas de alimentos y medicamentos:

1. Lima y medicamentos para la tos

La lima puede bloquear una enzima que descompone ciertos medicamentos, incluido el dextrometorfano, que se usa para la tos. Debido a que el medicamento se instala en el torrente sanguíneo, aumenta el riesgo de efectos secundarios: alucinaciones y somnolencia.

2. Pomelo y estatinas

Las estatinas se usan para bajar el colesterol. Si tu médico te ha recetado estatinas, es importante saber cuál de ellas puede interactuar negativamente con el pomelo y el jugo de pomelo. La fruta no afecta a todas las estatinas. Solo debes evitar el pomelo si tu médico te ha recetado lovastatina, atorvastatina o simvastatina. En este caso, el pomelo puede acelerar los efectos secundarios del medicamento: dolor muscular y anomalías hepáticas que se reflejan en altos niveles de transaminasas.

3. Productos lácteos y antibióticos

Los productos lácteos como la leche, el yogur y el queso pueden retrasar o prevenir la absorción de ciertos antibióticos, como la tetraciclina, la doxiciclina y la ciprofloxacina. Evita el consumo de productos lácteos dos horas antes y después de tomar el medicamento. Sin embargo, no es necesario evitar los productos lácteos con todos los antibióticos. Por ejemplo, el metronidazol se debe tomar con agua o leche para prevenir el malestar estomacal.

4. Carne ahumada y antidepresivos

Los inhibidores de la monoaminooxidasa se recetan para tratar la depresión, la enfermedad de Parkinson, el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social y el trastorno de estrés postraumático. Si estás siendo tratado con inhibidores de la monoaminooxidasa, debes evitar la tiramina, un compuesto que afecta la presión arterial. El aumento de tiramina puede estrechar los vasos sanguíneos, lo que puede conducir a una presión arterial extremadamente alta. La tiramina se encuentra en ciertos alimentos, bebidas y otras sustancias. Por ejemplo, los alimentos ricos en proteínas generalmente contienen grandes cantidades de tiramina.

5. Chocolate y metilfenidato

El metilfenidato es un medicamento estimulante utilizado para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia. Tomar metilfenidato con chocolate o cafeína puede causar un comportamiento extraño y convulsiones. Se recomienda esperar unas horas entre la administración de metilfenidato y el consumo de chocolate o bebidas con cafeína.

6. Jugos de frutas y medicamentos para alergias

La fexofenadina es un medicamento alérgico que se usa para la fiebre del heno y puede no tener el efecto deseado si se toma con jugo de manzana, naranja o pomelo. Estos jugos inhiben un péptido que transporta el medicamento desde el estómago al torrente sanguíneo y esto podría significar que no hay suficiente medicamento para aliviar los síntomas de alergia.

7. Canela y warfarina

Aunque es una especia ampliamente utilizada, puede ser necesario moderar el consumo de canela si estás siendo tratado con anticoagulantes. La cumarina que se encuentra en la especia puede aumentar el riesgo de sangrado. Los anticoagulantes disminuyen la capacidad de coagulación de la sangre. La cumarina de canela es un anticoagulante natural. De hecho, el medicamento anticoagulante más utilizado es la warfarina, un derivado de la cumarina.

8. Vitamina K y warfarina

La warfarina es un medicamento que adelgaza la sangre y ayuda a tratar y prevenir los coágulos sanguíneos. Ciertos alimentos, especialmente aquellos ricos en vitamina K, pueden disminuir su efectividad. Las mayores concentraciones de vitamina K se encuentran en vegetales de hoja verde como la col rizada, la col, la espinaca, el nabo, las coles de Bruselas, el brócoli, la cebolla verde, los espárragos y las endibias. Por lo tanto, una mayor ingesta de vitamina K puede reducir el efecto anticoagulante y puede evitar que el medicamento funcione.

9. Alcohol y acetaminofeno

El acetaminofén es un medicamento utilizado para tratar el dolor leve a moderado y la fiebre. En combinación con el alcohol, el acetaminofeno puede causar efectos secundarios: daño al hígado con la posibilidad de daño hepático grave. El acetaminofeno, tomado por separado, puede causar daño tóxico al hígado, y el alcohol también incluye toxinas que el hígado debe descomponer.

10. Alcohol e insulina

Una bebida alcohólica puede aumentar o prolongar los efectos de la insulina y puede provocar hipoglucemia o niveles bajos de azúcar en la sangre. La acción de bajar la glucosa del alcohol puede tomar de 8 a 12 horas. Los síntomas de hipoglucemia incluyen nerviosismo, sudoración, temblor, hambre intensa, debilidad, palpitaciones, confusión, somnolencia y, finalmente, coma.

11. Dietas ricas en fibra y digoxina

La digoxina es un medicamento utilizado para tratar diversas afecciones cardíacas. La fibra dietética, especialmente la fibra insoluble, como el salvado de trigo, puede disminuir la absorción de digoxina y reducir su efectividad. Para evitar esto, la digoxina debe tomarse al menos una hora antes o dos horas después de una comida.

12. Pomelo y bloqueadores de los canales de calcio

Los bloqueadores de los canales de calcio se prescriben para la presión arterial alta. Un elemento natural que se encuentra en el pomelo altera la descomposición de los bloqueadores de los canales de calcio, lo que puede conducir a altos niveles de la medicina en la sangre, junto con un mayor riesgo de efectos secundarios graves.

13. Alimentos ricos en yodo y medicamentos antitiroideos

Los medicamentos antitiroideos reducen los síntomas de hipertiroidismo. Los medicamentos antitiroideos evitan la absorción de yodo en el estómago. Una dieta rica en yodo requiere dosis más altas de medicamentos antitiroideos. Cuanto mayor es la dosis de medicamentos antitiroideos, mayor es la incidencia de efectos secundarios que incluyen erupción cutánea, urticaria y enfermedad hepática. Las fuentes dietéticas más ricas en yodo son los mariscos y las algas. El yodo también se encuentra en la sal yodada y, en menor medida, en los huevos, la carne y los productos lácteos.

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